Era un día cualquiera, ella no sospechaba nada, si acaso di
pistas de que le había preparado una sorpresa, habíamos ido al cine, por lo que
no nos dio tiempo de ir a cenar, algo que por supuesto era mi plan, yo ya tenía
mucho tiempo planeando esa noche, nunca le habían dado una noche romántica, yo
con la intención de llevarla, le dije que ya no traía dinero que pasáramos a mi
departamento por dinero para la cena, le pedí que me esperara y cuando termine
los preparativos le pedí que me ayudara, cuando entro solo pude ver como corrían
las lágrimas de su cara.
Yo compre muchas velas, compre pétalos de rosa con los
cuales le escribí que la amaba, era la primera vez que hacia esto para una
chica pero la verdad ella lo merecía todo y más, no soporto la alegría y me
abrazo con todas sus fuerzas llorando diciendo que me amaba y que era muy
feliz, yo al amarla tanto me sentí feliz por su felicidad pero me entristeció
ver sus lágrimas, le pegunte si acaso quería que nos fuéramos a cenar en lo que
lo asimilaba, y solo vi cuando se me lanzo encima.
Esta es una de las grandes noches de mi vida, ella me beso y
quería probar mi sexo como siempre lo hace, no es que no quisiera, sino que
esta noche era de ella, la voltee y le dije estate quieta, hoy no harás nada
todo lo hare hoy, comencé a desvestirla hasta dejarla en ropa interior, su lencería
era muy hermosa y no me resistí a quitársela con los dientes, vi como eso la
predio más. Bese todo su cuerpo, lo lamí todo también, le encanta sentir en su
espalda mi lengua, húmeda, pero sobre todo seca.
Sus pechos bien bonitos, levantándose por la excitación,
fueron acariciados besados hasta mordidos con ternura, su excitación siempre me
hace sentir mejor, el ego se me levanta y me excito más. Con mi lengua baje y
vi que ella estaba muy mojada, no me importo y le seque su sexo con mi lengua,
ese olor y sabor tan característico de ella siempre me encanta, pero más me
encanta cuando comienza a gemir y mover sus caderas, agarre una almohada y la levante,
así tuve mejor acceso a su sexo, la verdad no le pregunte cuantos orgasmos
tuvo, pues solo me interesaba que ella lo pasara lo mejor posible, ni ella ni
yo aguantamos, no sé cómo me desnude tan rápido ni en qué momento la penetre,
pero es una de las veces que estaba tan mojada que no me costó trabajo entrar
en ella, yo sé cómo le gusta el sexo, y se mas como la prendo más.
Le hice todas las posiciones que le encantan, la tuve viéndome
hacia mí, con la almohada penetrándola apasionadamente con fuerza, sus piernas en mis hombros,
besando sus pechos. También la he tratado como perrita, me encanta tenerla en
cuatro, ver sus caderas y sentir como se mueven sus pechos cada que la penetro,
y para finalizar, la posición que tanto nos encanta, una que yo he logrado
hacer, mi imaginación me dijo inténtalo y veras, y desde el momento que la probamos
no la dejamos atrás jajá, simplemente la acosté en forma de L, entro en ella de
una manera muy deliciosa, y son los momentos en la que la perversión nos gana más,
es en la que ella llega más, y en la que yo llego más rápido.
Solo recuerdo como ella llego y yo estaba llegando, fue un
doble orgasmo de ella que siempre me encanta conseguirle, los dos llegamos al
mismo momento de una manera muy pero muy deliciosa, sus manotazos mordidas de placer,
su manera de agarrar mis nalgas cuando llega y su cara de satisfacción cuando
todo acaba, ese día yo esperarle la noche de su vida, pero sin pensarlo también
conseguí una de las mías.
Solo espero realizar algo así de nuevo pronto, solo para
volver a ver su cara de satisfacción y felicidad a la luz de las velas.
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ResponderEliminarBusca una para ti, ella es mia -Shaed
Eliminareres un cabron tu te la puedes hechar cuando quieres , ya quisiera yo cojermela asi
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